Introducción

La visión predominante de la teoría económica estándar es que los economistas no necesitan involucrarse en el análisis de la agencia moral. A los fines de la explicación y la predicción, se nos dice, la teoría económica neoclásica requiere que el comportamiento del agente económico bajo investigación se ajuste simplemente a un conjunto de axiomas cuya plausibilidad es principalmente teórica. En la medida en que el comportamiento de las personas se corresponda con estos supuestos, la actividad económica puede explicarse en el marco de la elección racional.

En lo que sigue, sostengo que una comprensión más amplia y, por lo tanto, mejor de la elección humana puede ayudar a mejorar la calidad de la explicación económica. Si bien la singularidad de un agente económico humano concebido como una persona moral sobrepasa las limitaciones de la teoría económica de la elección de los libros de texto, sin embargo, desempeña un papel importante al informar algunas de sus premisas.

La visión de la agencia humana que quiero ofrecer para la consideración de los economistas está arraigada en la tradición aristotélico-tomista, partes importantes de la cual, como intentaré mostrar, son compartidas por Adam Smith. Es una tradición marcada por la virtud ética y el desarrollo de la sabiduría práctica. Las afirmaciones antropológicas de esta tradición sobre la acción humana exponen lo que falta en la explicación neoclásica del agente económico.

La forma en que abordo los aspectos morales de la elección humana tiene la intención de involucrar críticamente algunos elementos centrales de la teoría económica moderna de las preferencias. La palabra “moral” en este contexto se refiere a la agencia racional humana que abarca la capacidad de razonar, formular las metas, los valores y los principios de acción de uno mismo, y perseguir las metas de uno en línea con esos principios o valores.

La estructura del documento es la siguiente. La siguiente sección analiza algunos elementos problemáticos en la comprensión económica estándar de la acción y la elección humanas. Se presta especial atención a la falta de matices en el tratamiento de los fines y la inexistencia de una teoría sólida de la formación de fines en esta teoría. La siguiente sección resume la esencia de lo que significaba la agencia moral humana en la tradición premoderna de la virtud y la ética. A continuación se sugieren las direcciones para la posible aplicación de este enfoque más amplio a la elección humana en economía. Concluye la sección final.