10 ‘Dios creó al hombre con autonomía (libre albedrío)’: la antropología teológica de Grocio y la doctrina del contrato moderno
Hugo Grocio, el erudito holandés del siglo XVII, es más famoso por sus contribuciones al derecho internacional moderno, en particular al derecho de los mares libres. Sin embargo, ha tenido un efecto igualmente duradero en la formación de la doctrina contractual moderna, que se originó en el mismo texto que produjo su ley marítima. Grocio instiga un cambio en la antropología teológica implícita en la doctrina del contrato escolástico tardío al importar un sentido radical de libertad sin restricciones otorgada por Dios. A esto lo llama “libertad natural.” De este modo, hace más libre la libertad contractual, como ahora está liberada: de su telos divinocomo parte de la salvación del hombre; de las limitaciones de la filosofía moral; y de la necesidad de cualquier fin último. Sin embargo, no deja la voluntad completamente en libertad en sus relaciones contractuales; persisten ciertas limitaciones formales y morales. Pero ya no se requiere que, para que sea bien utilizada, la libertad contractual deba estar ocupada construyendo la Nueva Jerusalén. Porque sus propósitos divinos son ahora más mundanos: paz y orden en la tierra, comenzando por uno mismo. Para los teólogos morales que desarrollaron la “libertad de contrato,” nuestros poderes promisorios naturales, tal como se manifiestan en las relaciones contractuales, fueron ordenados como medios que contribuyen a nuestra salvación. Para Grocio, se habían reducido a los medios providenciales de nuestra supervivencia.
El gran sentido de libertad natural que Grocio confería a la libertad de contrato eventualmente abriría la puerta a una liberalización contractual radical como la que se vio en las naciones del Atlántico Norte en el siglo XIX, cuyas causas principales todavía son discutidas por los estudiosos. En este capítulo sostengo que la doctrina contractual moderna nunca ha perdido su teología del libre albedrío radical desde que Grocio la instaló allí. Si es cierta, esta teología de la voluntad hace algún trabajo para explicar la tendencia liberal persistente en el derecho moderno y en la economía moderna (aunque no en la teoría económica), reduciendo la necesidad de recurrir a explicaciones naturalistas, materialistas o ideológicas.